escucho todo el sonido, todo
hoy los pájaros están especialmente alegres, siempre, es que no escuchamos
voces de niños
la ciudad adormecida, quizás de tanto hastío cotidiano
pájaros, voces, pasos
pasos, pájaros, voces
y vienen los pensamientos
no invitados, no buscados,
insospechables
vagan danzando, fugaces
los quiero atrapar
se deslizan, se entrometen, resbalan, juegan
sin desespero
opto por mirarlos desaparecer, evanecerse
pero eres tú, sólo tú
tímidamente andando, hablando, mirando desde aquellas almendras cafés
y tus manos, oh¡, tus manos
y ya no tengo otra opción que sonreír, recordándote así