The city woman

Llegada

Llegó a la ciudad y se encontró con aquella mujer imponente, amable, the city. Como buena woman la acogió con sus extremos, la dejaba caminar por todos sus rincones, le daba soluciones a cada paso, miradas, sin expectativas; por otro, le hacía emerger esa cultura midwest, abismal, segregada, dura, musical.

No llevaba dirección alguna donde quedarse, quería perderse en la inmersión de la urbe, en su regazo sin miramientos, tomarla, no más. ¿Sin preverlo?, por suerte existe la comunicación virtual y llegó a su fin.

Ante un hostal, mochila, maleta pequeña y candados es suficiente, pero las llaves las ha dejado en casa. No tienes dirección del hostal y dejaste los candados de la maleta, ¿qué pensaría Freud de todo esto? No quiere llegar a ningún lugar, perderse en la nada, sin tener, sin más. El desk boy, con su blond and long hair trajo su pinza inmensa y rompió sus ataduras, siempre pasa –dice-, is common, many young people.

Tiene hambre, pregunta, just burgers, OMG, just burgers¡¡, anda un poco más, dicen que todo cierra temprano, cultura presbitereana, not alcohol, not nigth….Llega a Epic Burgers Classic, chicos negros la atienden sonrientes, le recomiendan, double meet, cheese, onions, egg, …all natural, never frozen angus beef, no hormones, humanely raised…, no puede creer lo que lee, le da gracia, más aquellos chicos alegres con ojos vivaces, llenos de plenitud, golpean las palabras, sonríen alto, do you like it?,  ante su sonrisa, se expanden, acaparan todo. Piensa en cuánto extraña la negritud.

Regresa a la habitación llena de chicas de porcelana, chinas, no hablan, la endogamia es parte de su cultura, no oriental sino de ellas, conoce orientales más apegados -quizás el problema es la melcocha del caribe, mejor dejarlas así-. No hay contacto, no hay palabras, no hay miradas, intenta escribir algo, tiene en la garganta unas palabras contenidas, “Para tí”, ya salió, envía a la virtualidad, duerme.